Apostando, fui perdiendo trocitos de mi corazón, traicioneras cartas.
Sumergido en un abismo de paisajes talados de corazones, me encuentro desesperado, buscando tu amor.
Déjame llegar a tus frutos colgados de tus largas ramas, déjame alcanzar un corazón que llene el mío; déjame besarte, morderte; quiéreme y sácame de este paisaje desolado de amor que es mi vida.
Dame pan y dime tonto.
Déjame sentarme en un césped que sea muy verde pero muy cerca de ti bajo el manto de las hojas de los árboles y el cielo. Y que el viento me acerque a ti trayéndome tu aroma.
Cierra los ojos e imagina que te besan,
que te besan,
que te beso.
Tú no sabes que te quiero.
Y, aun así, te lo digo: mi amor es eterno, infinito e inigualable.
El amor que siento por ti no tiene palabras que expliquen esto; podría decir miles de cosas pero no puedo. Yo te pido que me digas que me quieres. Eres gracioso, un poco torpe pero inteligente y amable y muchas cosas más.
Cuando cierro los ojos, te veo, con tu sonrisa inocente. Y, cuando pienso en lo que he vivido desde que te conozco, no lo olvido: unos pocos momentos juntos que, para mí, son infinitos. Y sueño que estoy leyendo un libro en el que tú eres el protagonista y éste, al final, se da cuenta de que ama a su amiga.
Pero me despierto y todo era un sueño y deseo volver a quedarme dormida para volver a verte otro día. Pero no me vuelvo a dormir porque no paro de pensar en ti. Y cuando, por fin, lo consigo, vuelvo a soñar contigo. Sueño tras sueño y no me quita el sueño.
Sin embargo, cuando te veo, es un infierno y, cuando te miro, quiero estar contigo; cuando estoy a tu lado, te amo, te amo, te amo.
Estoy encerrada en un mar de excusas, no sé nadar y me ahogo. Tantas cosas pero tan poco… No sé qué hacer, no sé qué decir, pero sí sé que te amo a ti.
Para el fondo de tu corazón.
Sumergido en un abismo de paisajes talados de corazones, me encuentro desesperado, buscando tu amor.
Déjame llegar a tus frutos colgados de tus largas ramas, déjame alcanzar un corazón que llene el mío; déjame besarte, morderte; quiéreme y sácame de este paisaje desolado de amor que es mi vida.
Dame pan y dime tonto.
Déjame sentarme en un césped que sea muy verde pero muy cerca de ti bajo el manto de las hojas de los árboles y el cielo. Y que el viento me acerque a ti trayéndome tu aroma.
Cierra los ojos e imagina que te besan,
que te besan,
que te beso.
SERGIO MORILLA GIL - 2º de BACHILLERATO 'B'
Querido,
Tú no sabes que te quiero.
Y, aun así, te lo digo: mi amor es eterno, infinito e inigualable.
El amor que siento por ti no tiene palabras que expliquen esto; podría decir miles de cosas pero no puedo. Yo te pido que me digas que me quieres. Eres gracioso, un poco torpe pero inteligente y amable y muchas cosas más.
Cuando cierro los ojos, te veo, con tu sonrisa inocente. Y, cuando pienso en lo que he vivido desde que te conozco, no lo olvido: unos pocos momentos juntos que, para mí, son infinitos. Y sueño que estoy leyendo un libro en el que tú eres el protagonista y éste, al final, se da cuenta de que ama a su amiga.
Pero me despierto y todo era un sueño y deseo volver a quedarme dormida para volver a verte otro día. Pero no me vuelvo a dormir porque no paro de pensar en ti. Y cuando, por fin, lo consigo, vuelvo a soñar contigo. Sueño tras sueño y no me quita el sueño.
Sin embargo, cuando te veo, es un infierno y, cuando te miro, quiero estar contigo; cuando estoy a tu lado, te amo, te amo, te amo.
Estoy encerrada en un mar de excusas, no sé nadar y me ahogo. Tantas cosas pero tan poco… No sé qué hacer, no sé qué decir, pero sí sé que te amo a ti.
Para el fondo de tu corazón.
NURIA PÉREZ NÚÑEZ - 1º de E.S.O. 'A'
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