El autor Ricardo Gómez visitó el instituto Almunia el jueves 17 de febrero de 2011, por medio de la editorial SM y tuvo lugar un encuentro con los alumnos de primero de la E.S.O. En un primer momento, el autor realizó una introducción para pasar después a las preguntas de los alumnos.
Ricardo comentó que la literatura no sólo se encuentra en los libros sino también en actos como el que se llevaba a cabo entre un escritor y sus lectores.
Al autor ya le gustaba leer cuando tenía la edad de los alumnos y el mérito se debía a su abuelo, que le contaba historias mientras paseaban; comenzó a leer con él y se leían fragmentos de textos mutuamente y le regalaba libros. Hay que tener en cuenta que entonces no existían tantas bibliotecas como hoy pero recuerda haber leído el Jabato y novelas del oeste. Entonces, no pensaba en escribir pero, hace catorce años, empezó leyendo libros para adultos y cuentos y, luego, novelas y, más tarde, novelas para jóvenes.
Entre los título que habían leído los alumnos (3333, Cuentos crudos, Mujer mirando al mar, Ojo de nube, Zigurat y otras selecciones de cuentos), comentó Cuentos crudos, recopilación de cuentos del autor cuyo hilo conductor resulta del hecho de que se desarrollen en distintos lugares del mundo, incluso en el fondo del mar.
Terminó esta introducción animando a los alumnos a escribir sus propias historias, por el hecho de crear personajes, darles vida, provocar que tome decisiones por sí mismos... Escribir resulta un placer en sí mismo.
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A partir de aquí, surgió un diálogo en el que el autor respondió a las preguntas de los alumnos:
Alejandro Benítez: ¿En qué se inspiró para escribir el libro titulado 3333?
Ricardo: Todos los libros que un autor escribe tienen relación con el autor, también este título de ciencia ficción ya que, cuando él era joven, estaban de moda los viajes espaciales y, cuando ya escribía, tuvo la curiosidad de resolver un problema que le parecía interesante: la búsqueda de una solución en caso de que la nave se averiara durante la misión del viaje al pasado.
Cristian Mejías: ¿Nos puede hablar del proyecto del Bibliobús del Sahara?
Ricardo: El proyecto se le ocurrió a dos escritores que conocían los campamentos saharauis. El autor Gonzalo Moure habló en un colegio de los campamentos, en los que se hablaba español pero en los que se carecía de todo -y también de libros-. De ahí partió el proyecto, se consiguió un camión regalado y se convirtió en biblioteca ambulante.
Los libros los aportaron las diferentes editoriales, se buscaron mediadores y maestros que gestionan el proyecto hasta que, ahora, se está construyendo una biblioteca fija. El proyecto resulta muy apasionante.
Miguel Ángel Almagro: De todos los libros que ha escrito ¿cuál es su preferido?
Ricardo: Varios y por muchas razones diferentes pero quizá Ojo de nube porque es la reconstrucción de un mundo que ya no existe –Estados Unidos hace 140 años-; se ha traducido a muchos idiomas y también al braille. Cuando estás escribiendo, no sabes qué va a ocurrir, si el libro se va a publicar, si va a gustar, si se va a mantener, etc.; este título le ha proporcionado muchas satisfacciones.
(También le gusta Mujer mirando al mar, que parte de un cuento: el autor conoció a personas relacionadas con el cuento y visitó los lugares en los que transcurría).
Alejandro Benítez: ¿Por qué algunos de sus libros tratan de guerra?
Ricardo: He conocido algunos escenarios de la guerra y me han llamado la atención y quería entender qué había vivido la gente que se había visto involucrada hasta llegar a la guerra.
Manuel Jesús Cadena: ¿Cuántos libros ha publicado?
Ricardo: Unos dieciséis.
Antonio Jesús Sánchez: ¿Por qué dejó las Matemáticas para ser escritor?
Ricardo: Porque no tenía tiempo para ambas; empecé a escribir por afición y me fue enganchando; al principio, compatibilicé ambas. Cuando quiso escribir más, dejé alguna clase y, cuando se dio cuenta de que quería escribir más, dejé las clases del todo pero me siguen gustando las Matemáticas.
Laura Merchán: ¿El escritor nace o se hace?
Ricardo: Se hace y se aprende y se perfecciona, el escritor se va haciendo poco a poco.
Cristian Mejías: ¿Cuál fue su primer libro?
Ricardo: Un libro de cuentos; la primera novela se titula Los poemas de la arena, novela que transcurre en el desierto de Irak y surgió a partir de un viaje y está basada en poemas árabes.
Juan Paniagua: ¿Cuál le parece el mejor premio que le han concedido?
Ricardo: Recuerdo con mucho cariño el primero que, además, me lo entregaron en París; hasta entonces, sólo había escrito cuentos. El otro muy importante es el “Cervantes Chico”, que se entrega a toda la obra.
También la obra Ojo de nube ha recibido el premio “Barco de Vapor”, que es muy importante.
Luis Heredia: ¿En qué se ha basado para escribir el cuento dedicado al acoso?
Ricardo: Fernando Marías les ofreció a varios autores el tema para que escribieran un cuento y así surgió la selección publicada por la editorial SM.
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Ricardo firmó ejemplares de sus libros y posó con algunos de sus alumnos y con Pilar, la comercial de SM y una servidora. Gracias de nuevo.
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